martes, 20 de febrero de 2007

el yin y el yang

Tomando como referencia la filosofía oriental, tras una semana cargada de situaciones y sensaciones, digamos que extrañas y en cierto modo negativas, la naturaleza es sabia y tiende a equilibrarlo todo, llegando a un punto medio de estabilidad, hasta que las cosas comiencen de nuevo a torcerse y cambie el sentido para volver a arreglarse.

De este modo, sucesos que relataba en anteriores post de un año que no había empezado con buen pie, se van solucionando y van regresando a su estado natural. Ejemplos prácticos, ese techo que se me descolgó, ya vuelve a estar en su sitio. La instalación eléctrica que dio un buen susto, arreglada, comprobada y funcionando a la perfección. Los temas de trabajo también empiezan a solventarse, y parece que todo vuelve a la normalidad.

Del mismo modo, una larga semana con problemillas físicos y un tanto psíquicos, de esas que te hacen verlo todo tan grís, de una mañana a la tarde se vuelve de color de rosa.

Es una forma como otra cualquiera de comenzar a contar lo que ha sido uno de los fines de semana más divertidos, distendidos, frívolos y diferentes de cuantos haya tenido.

El viernes partimos Silvia y yo camino de Málaga, donde nos recogía Manu para pasar el fin de semana en Cádiz, de carnavales, invitados a la casa de una amiga suya, Ingrid. Durante la semana hubo momentos en los que me pensé muy mucho ir o no ir, los cuerpos no andaban para muchas fiestas y, aunque ya estaba hablado desde hacía tiempo y en cierto modo era un compromiso, no las tenía todas conmigo por los acontecimientos de la semana. Pero hicimos, tanto ella como yo, pacto de pasarlo bien y olvidarnos de todo por unos días, y con ese cuerpo iniciamos el camino.

El viaje fue largo; el autocar que nos llevaba a Málaga con los frenos raros, una friky que por poco se lía a tortas con medio autocar(ya pensábamos que la maldición que últimamente decimos que nos persigue se venía con nosotros), ultimando algunas compras en Málaga, conocí a mi "suegra" y su magnífica tortilla de patatas y comprobé cómo las tarjetas de crédito te pueden sacar los colores ante una cajera del Erosky.

Y ya asentados en Cádiz, noche tranquilita alternando entre las drags de Las Palmas y los chirigoteros de Cádiz, entre copazo y copazo.

De izquierda a derecha aunque sobren algunas presentaciones, Manu, yo, Silvia, Ignacio (culazo gaditano que se buscó Ingrid) y la anfitriona Ingrid.

Y entre murgas y ron, la cosa se fue animando y el apalanque inicial de sofá, con el cansancio de tantas horas de viaje (que estuvimos desde las 13'30 hasta las 22 h. de vehículo en vehículo) se fue yendo, hasta acabar animados a salir de marcheta hasta las tantas, no sin antes alguna que otra pillada...

que pongo por aquí para que se vea lo delgaito que me estoy quedando jejejejjejeje....

y sin asustarnos de la nubes que pasaban, descargaban su agüita, y se iban tan frescas.

Así que arreglados pero informales, nos cogimos los coches y nos fuimos al centro de Cádiz, a buscar sitios donde nos terminaran de rellenar las venas de alcohol. Yo como nunca he salido de marcha por allí, ya que la última vez que estuve por esas tierras fué hace un monton de años y estaba en otros temas, no se como está el tema marcha normal, y solo estuvimos en un sitio, el Excalibur, con buen ambiente, buena música y algún que otro chulazo por ahí suelto.

como por ejemplo este, del que solo pillé los brazos.... pero estaba de escándalo (aun no me había yo soltao del todo para fotografiar a la cara).

o el culazo del rollo de Ingrid que en esta foto se podría considerar chulazo, aunque pa mi gusto le faltaban al chico unos cuantos centímetros, y no digo de donde :-)))))


aunque había un chulazo llamado Manu, que los superaba a todos...

y entre copas y bailes, se nos fué la noche hasta las tantas de la madrugada. Uno no está acostumbrado ya a que los pubs cierren más allá de las 4 de la mañana, y cuando salimos, ni me podía creer que fuesen las 6, y yo con ganas de más marcha, que la tuve y buena, drama con Manu a costa de unas heriditas (creo que ya, si no discutimos por alguna tontería, no somos nosotros).

Total, que cansados, nos fuimos a dormir, y hasta el día siguiente, que recogimos a Jose y Sergio, que llegaban de Granada, y echamos la tarde de pescaito en la playa...


aquí las gambas que rondaban la arena, aunque nosotros preferimos a los boquerones y los calamares de un sitio cercano...


y disfrutando en pareja del solito gaditano, que tan bien sienta.

Una vez que visitamos el súper para aprovisionarnos, y ver cómo el hielo es un bien escaso en Carnaval, nos fuimos a casa a descansar un rato, hacer un poco de ruido... y prepararnos para la gran noche.

Unos más elaborados...



otros un tanto... tétricos, como el de la viuda asesina...


con la que tuve algún que otro percance...


animada y jaleada además por los allí presentes, que se ve que me debían de querer poco en ese momento... porque allá se fue la viuda, como si a coger el bolso fuese, a empuñar su hacha al ritmo de un "mata a Kike... mátalo..."





y nada... los que faltábamos, con un disfraz planteado con prisa, pero con muy buen resultado, como se puede juzgar en las imágenes, y que provocó algún que otro momento de calentón en el sofá, delante de los presentes, sin darnos cuenta. Cuando dos morbosos se juntan...




y alguno que, como si fuese sacado para el Tomate, reaccionaba de esta forma, muy metido en su tipo, evitando que se vea cómo un poli también va de botellones... vamos... que ni la María Navarro supera este momentazo!





total, que cargaditos de bebida nos fuimos para el centro, con un ambientazo en las calles increible. Dicen que 300000 personas habría esa noche en Cádiz, yo imagino que muchas mas, autocares de toda Andalucía, y un cachondeo que no era normal.


Nos asentamos en Plaza de España, tras pasar un rato de agobio existencial al intentar llegar, de la cantidad de gente acumulada, y es que es en esa zona donde descargan los autobuses con la gente de fuera, y claro, allí se queda el personal. Se notaba porque el ambiente, si bien era divertido... pero le faltaba la pizquita de gracia que solo en Cádiz saben dar.


hasta a los moros teníamos que controlar los policías, además de requisar hielo, porritos o lo que encartase. Y es que el personal, además, se pensaba que éramos policias de verdad. Así estábamos pendientes hasta de los meones de turno, que ni qué decir tiene que en algún momento se acojonaron...





Cuando ya nos hartamos de ese sitio, nos fuimos a Plaza Minas, donde nos esperaba otra gente. Ni que decir tiene que iban un monton de conocidos a Cádiz, pero era totalmente imposible quedar con nadie, por la cantidad de peña, sin acabar la noche dando vueltas perdido y rayado. Y como no estábamos dispuestos a que nos pasara, optamos por no ver a nadie e ir a nuestra bola. El caso que Plaza Minas estaba muchísimo mejor, más ambientado, y todo hay que decirlo, ya en el punto álgido de todo buen botellón... como se aprecia en las fotos...


y con un ambientazo, con el grupo de pollitos, amigos de Manu, con el que nos juntamos



y con los que me dió la impresión de que hice buenas migas (hay que ganarse a los amigos del novio, no solo a las suegras jejejejejej)

Y bueno, lo típico, que en todas las fiestas hay algunos frikys...


como el del tipo "cajetilla de tabaco", que se le fué la pinza contando que él era más activo que pasivo, ya que tenía un trauma con los geles lubrificantes...

el de Ciudad Real que "pasaba por allí" como quien no quiere la cosa, pidiendo que si le liábamos un porrito mientras hablaba de su tierra... (rayaera que solo aguantó una persona, y parece que le gustó y todo...), o la monjita, de la que desgraciadamente no hay foto, que, de una conversación un tanto animada sobre las virtudes de dar por el culo, terminó llamando a toda su congregación, no se aún si para intentar algo parecido a una orgía botellona o qué se yo, porque en ese momento tomamos el papel de policía, y les pedimos que circularan... pesadas que son las monjas hasta en carnaval....

y todos, además, se llevaron su ración de "etiquetas" impuestas por mi, como podeis ver que llevan la otra poli Ingrid, y la viuda que ya se le veía más alegre. Las etiquetas no fueron más que otra coña que me traje con Manu, tal vez referida... ejem ejem... a su manía de tener que definir y etiquetar todo, cosas del tipo "pareja monógama con derecho a trio" y parrafadas por el estilo, y así me pasé toda la noche, etiquetando y definiendo a la gente, y hubo de todo!!!


se ve que el rollo etiqueta le debió de poner a Manu, porque hay que ver lo alta que llevó la porra toda la noche...

o cuando la porra se sustituía por el cigarrito, porque ya se sabe... en todos los trabajos se fuma (o se fumaba, porque la Ley Antitabaco se va a cargar hasta el refranero... menos mal que en carnaval se permite todo).

total... una noche repleta de situaciones con la pareja de policías más morbosa que habrá visto Cádiz en mucho tiempo...

y la más atrevida y reivindicativa... a ver si cunde el ejemplo entre todas esas parejitas de las Fuerzas de Seguridad del Estado, estamos ávidos de ver escenitas de este tipo en cualquier evento al que vayan, os imaginais?????

Y ya a casita a reposar tanto alcohol y juerga, y pasar un domingo tranquilito, en el que dimos muchas vueltas para encontrar un sitio para comer, para al final terminar en la playa comiendo bocatas, una cola kilométrica que nos tuvo dos horas para salir de Cádiz, y un largo viaje en el que recorrimos media Andalucía, ya que había que llegar a Jaén antes que a Granada. Acabamos muy cansados, pero contentos.

Esta semana repetiremos fiesta, esta vez para el Entierro de la Sardina, mañana miércoles en el bar Reca (Plaza de la Trinidad, Granada), donde, según cuentan, habrá una gran cantidad de viudas llorando por su sardinita; parece ser que el tul negro se ha agotado en todos los comercios del centro de la ciudad... miedo me da..., y donde habrá que estar de policia de nuevo, para controlar los decibelios de los llantos, no vaya a ser que venga la ministra Salgado y nos quiera prohibir también estas celebraciones (que a este paso... no se va a poder salir a la calle, ya que hasta respirar puede ser perjudicial para la salud).

Y esta vez solo, Manu no llega hasta el viernes, y echaré en falta tan buen compañero de cuerpo para controlar tanta curiana negra, que ya veis como imponía (y me ponía) con su careto bien puesto... aunque para cuando venga, habrá que montar sesión privada, digo yo!



1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, adoro las etiquetas, va a ser el título de mi próximo post :)
Qué bien nos lo pasamos en Cádiz!!! Te ha faltado mencionar el amanecer en Marruecos, que también tuvo protagonismo ese finde... ¿cuándo lo vas a poner en el blog? ;DDDDD