lunes, 27 de noviembre de 2006

lunes lunes...

Después de los últimos fines de semana tan moviditos que he tenido, y previo a lo que puede avecinarse en diciembre entre puentes, fiestas, viajes de trabajo, cenas, juergas y demás, iba haciendo falta un parón técnico y tener un par de días algo más tranquilos. Todos los trabajadores saben que noviembre y sobre todo diciembre, suelen ser meses intensos en los que se cierra año, contabilidad, proyectos iniciados, se ajustan las cuentas para el nuevo año, y aún hay que ir planificando los trabajos de los primeros meses; como en mi caso no es menos, si ya de por sí mis semanas son intensas, éstas lo están siendo aún más. El caso es que necesitaba esas horas de estar en casa tranquilo, tirado en el sofa, leyendo un poco, viendo tele, y esas tareas de las que uno se priva a veces sin quererlo ni pensarlo obligado por la necesidad. También necesitaba encontrarme con mi gente, ponerlos al día de los últimos acontecimientos, y compartir esas cervecitas que tanto nos gustan al calor de las estufas de la terraza de (y esto es publicidad) nuestro bar favorito, donde se toman las cervezas más ambientadas y se comen las mejores tapas de Granada elaboradas por mi Silvia, el Reca.



La foto no es del viernes, pero da una idea del ambiente relax que se puede llegar a respirar. Aquí Silvia, mi shosho loco que anda últimamente con los fogones un poco alterados, y Juanka, mi odiada y adorada hermana del que puedo decir poco, solo que sin nuestras peleas, mi vida no sería lo mismo.

Aunque claro, con la racha de noches raras que llevo, esta no podía ser menos, y parece que las empiezo a atraer. Y, no sin pensarmelo muy mucho, la noche terminó en... Huétor Tájar, discoteca Taxara, fiesta Freedom (ejem ejem)

Como no me gusta a mi un mariconeo, allá que nos fuimos, esperando una sesión de locura y chulazos, aunque lo que pasa, cuando mucho esperas, al final te encuentras... poca gente, dj's muermos y mucho garrulo (con perdón para la gente de Huétor que serán unos cielos, pero yo tenía ganas de petardeo y pollas). De esa noche hay fotos, pero como aún las estoy esperando, tardarán en colgarse. Destacable de la noche... situación surrealista en el baño con un chulazo, en la que terminé sin saber si quería que nos enrollaramos o darme una paliza. Y como no quería estropearme el peinado, me quedé con las ganas de saberlo. Ah... y lo que ya empieza a ser costumbre... un nuevo control de Guardia Civil, esta vez más lacios que los que nos cachearon en Toledo. Se me pondrá cara de drogata cuando salgo? o es que últimamente me da poco el sol? a saber...

La noche terminó, como no podía ser de otro modo, divididos, unos a la Zoo a buscar carne, y yo a casita, a intentar dormir la mona más solo que la una (creo que me entró un poco de remordimiento por eso de tener por ahí a alguien y tal... ramalazos de hetero que le dan a uno).

Así que el sábado, una vez recuperado de la leve resaquilla, dispuesto a pasar la tarde de sofá y tumbing. Nada destacable, claro, sólo una intensa sesión de zaping.

La noche del sábado, poco destacable también. Con todos los líos hacía tiempo que no pisaba Fondo Reservado, y allá que nos fuimos. No me he perdido mucho, el mismo agobio de gente y poco más, aunque el termómetro de los guapos subidos estaba ligeramente alto para mi gusto. Más de lo mismo. Después sesión de Zoo, noche revival total, de estas en las que te encuentras amores y desamores antiguos, rollos de una o varias noches pasados, conocidos de fuera, y todos en el mismo agujero metidos. Hubo baile, un poquito de tonteo, ejemplos de lo zorrones que pueden llegar a ser los tíos, y poco más. Total... que en una noche rememoré lo aburrida que se pone Granada para salir de marcha, y lo visto que debe estar uno en el ambiente. Nada divertido, exceptuando, claro está, la actuación de la Pompino en Fondo, con una memorable actuación haciendose pasar por la Pantoja, aunque a mí personalmente me recordaba más al Julián Muñoz...

Me encantaría tener fotos de todo esto, pero entre que el móvil de noche no las saca bien, y que me siento un panoli cuando me pongo en plan guiri a sacar foto de todo... termino por no perpetuar estos momentazos. Habrá que conformarse con la imaginación.

El domingo se presentaba tranquilo, aunque la sensación ha sido de no parar de dar vueltas. Empezó (y digo empezó porque, como buen domingo, me levanté a mediodía) con un magnífico pollo a la Silvia en casa de la susodicha (Silvia, no el pollo, se entiende). Siesta en su sofá, un rato de tele, baile de patatas y carne en el estómago cuando entraron en contacto con la bebida del día anterior, y para completar el cocktel molotov, café rápido con Juanka en su respectiva morada, y un té en la tetería de al lado de mi casa con J, un malagueño al que hacía 4 años que no veía, que conocí en sus inicios en este mundillo, y lo que son las cosas, ha conseguido plaza de profe en Granada, tras sacar unas sufridas oposiciones. Digo lo que son las cosas porque tiene gracia eso de que a los granainos les guste irse a Málaga para todo (yo soy un poco la excepción) y haya malagueños que prefieran venirse para acá. A ver si salen algunos más, le daría más vidilla a esto.

Total, que después de semanas el uno detrás del otro para vernos los caretos de nuevo tras cuatro años, echamos un té la mar de apañao, nos pusimos al día, y me sirvió pa darme cuenta de lo estropeao que yo estoy y lo guapo que está el. Pena que no pueda ser... ains... (ayyyyyy no puedo ser tan malo, no...). Aquí una foto de cuando lo conocí, como pasa el tiempo desde esas sesiones de porrillos y Sabina... ains ains



Y poco más... dentro de la tranquilidad, tampoco ha estado mal y ha habido situaciones para todo. El final del día me lo pasé pendiente del móvil esperando alguna llamadita... lo que pasa cuando uno, después de tanto movimiento y salidas, regresa a casa a encontrarse con su soledad...

Va a ser raro que narre yo los días tan al estilo diario. Más que pereza, me da un poco de vergüenza pues pienso que no aporto nada nuevo, estoy seguro de que los días de cualquiera que lea esto van a ser más interesantes y divertidos. Pero hoy tenía la necesidad, quizás porque, cuando llega el lunes, uno se reencuentra con la realidad que te da de comer, y echas de menos los momentos chulos con la gente que quieres y aprecias. Y yo necesito muchos momentos de estos para no sentirme tan vacio como me sentía meses atrás. Tal vez por eso me esté reenganchando a las cervecitas del mediodía, y hoy claro... no podía ser menos, de risas con Juanka (que por cierto tampoco tiene novio para quien le interese) y con esos ojillos míos de cuatro cervezas ;-)

1 comentario:

FreeWind dijo...

Me llama mucho la atención ese punto dramático (dramatísimo...) que tienes peleando con esa pinta de chulo despreocupado que pareces... ese tipo de dualidades creo que me conquistan bastante ;P
Sé más malo, seguirás teniéndome porque sé que eres bueno, y a ver si haces por aquí la encuesta "cómo debemos llamarnos?" ;DDDD